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Formaba parte de un gran grupo de barranquismo que guiaba a 30 jóvenes y 15 adultos por el Cañón Wollangambe 2 , una zona que muchos de nuestro grupo habían recorrido más de 100 veces. Al principio del descenso, llegamos al primer salto, una caída de 2 a 3 m hacia una poza profunda. Tras varios saltos con éxito, uno de los adultos calculó mal su aterrizaje, golpeó una roca sumergida y sufrió una fractura expuesta en el tobillo.
No teníamos forma de revertir el cañón, y el acceso más cercano estaba a dos horas de caminata, lo que nos dejaba con pocas opciones. Lo ayudamos río abajo hasta una zona poco profunda, lo aseguramos en una posición estable, le brindamos primeros auxilios y activamos nuestra radiobaliza personal rescueME PLB1 .
Una hora y 45 minutos después, llegó el helicóptero de rescate Toll Rescue , con dos paramédicos de cuidados intensivos desplegados que lo rescataron con una grúa. Pasó dos semanas en el hospital antes de ser operado una vez que la inflamación disminuyó.
Sin el PLB , el rescate habría durado horas, o incluso más, debido a la ubicación remota y la falta de señal telefónica. Este dispositivo fue fundamental, ya que le permitió recibir la atención médica urgente que necesitaba.
Aunque hayas recorrido el sendero, la caminata, el paseo o el cañón 100 veces, prepárate siempre para lo inesperado. Si al bajar no encuentras señal, lleva un PLB .
El RescueMe PLB1 es un equipo increíble. ¡Bien hecho, equipo! Como paramédico de trabajo en zonas remotas, todos mis compañeros me recomendaron el RescueMe PBL1 para uso recreativo. Es pequeño, ligero y fiable. Así que invertí y, al usarlo por segunda vez, ¡tuve que apretar el botón!
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